Castellano - Sem. 32

 13 al 16 de octubre


LITERATURA DE LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XX

Evidencias de aprendizaje

Relaciona sucesos narrados en diferentes obras de la literatura contemporánea, destacando su género, y sus relaciones pragmáticas.


Teoría

La literatura del siglo XX comprende las obras, los movimientos literarios y los autores del siglo XX. Es un siglo marcado por conflictos bélicos que sacudieron la conciencia de los escritores, la influencia de la tecnología, etc.  La literatura del siglo XX se caracteriza por el deseo de experimentación y la aparición de distintas vanguardias que buscan crear nuevas formas y nuevos contenidos. Rompe con los elementos tradicionales de la literatura: crea narraciones con saltos cronológicos, emplea nuevos escenarios en teatro, rompe la métrica y la rima en poesía, etc.

Europa entre guerras

Se conoce como período de entreguerras o interbellum al periodo histórico del siglo XX que va de 1918 a 1939. Cronológicamente, se puede establecer desde el final de la Primera Guerra Mundial el 11 de noviembre de 1918 y el inicio de la Segunda Guerra Mundial el 1 de septiembre de 1939.

Políticamente, este periodo se vio caracterizado por la crisis de las democracias liberales, el ascenso de los fascismos y los regímenes autoritarios, así como el auge de los movimientos obreros de inspiración socialista o comunista que se inspiraban en el triunfo bolchevique de la Revolución rusa. Económicamente, vio la recuperación de la Gran Guerra y una etapa de euforia económica durante los años 1920 que se vería truncada por el Crac del 29 y una profunda crisis que marcó los años 1930. Tradicionalmente, la historiografía ha señalado esta época como el preludio que acabaría desembocando en la Segunda Guerra Mundial. Por ello años más tarde entraron de nuevo en guerra.

La revolución intelectual

Los intelectuales se enfrentaron a una elección problemática: mantener la pureza de su pensamiento cayendo en el elitismo (Juan Ramón Jiménez: a la minoría, siempre), o buscar la proyección social de su trabajo (Blas de Otero: a la inmensa mayoría) lo que supone en muchos casos implicarse en la cultura de masas y los nuevos medios de comunicación, es decir, en la mediática. Según McLuhan el medio es el mensaje (the medium is the message, 1964),  ​ según Andy Warhol, todos tendremos opción a gozar o sufrir de nuestros quince minutos de fama (In the future, everyone will be world-famous for 15 minutes, 1968). ​ Umberto Eco expresó el problema como una contradicción esencial entre apocalípticos e integrados (1965).

La amenaza al estrato de nuestros intelectuales y a la libertad de pensamiento, y la decadencia de la cultura en la sociedad de masas son los temas de algunos libros muy leídos, como los de José Ortega y Gasset La rebelión de las masas (1933), Julien Benda La Trahison des clercs [La traición de los intelectuales]7​ y Johan Huizinga In the Shadow of Twomorrow [Entre las sombras del mañana].​ Tocan puntos esenciales de peligro en el desarrollo de la sociedad moderna. No obstante, en puntos decisivos, la carencia de un genuino análisis sociológico les impide ir más allá de las lamentaciones de los académicos.

Poesía vanguardista

La poesía vanguardista aporta una mayor libertad de creación al romper con las convenciones literarias, al suprimir la rima, la métrica regular, los signos de puntuación y adaptar la forma al tema del poema. La lírica vanguardista renovó el lenguaje, otorgó prioridad al ejercicio de la imaginación, de las imágenes insólitas y visionarias y a la búsqueda del sentido mediante la simultaneidad. Sus representantes son Vicente Huidoro, Nicolas Guillen, Cesar Vallejo y Pablo Neruda, Jorge Luis Borges, Mario Benedetti, Octavio Paz, Federico García Lorca, y otros más.

Renovación de la novela

La aparición de grandes autores a comienzos del siglo XX permitirá la necesaria renovación del género novelístico. Aparecen nuevas formas de narrar y se da cabida a historias más complejas y técnicas más innovadoras: el abandono del orden cronológico, la ruptura de la estructura tradicional (planteamiento, nudo y desenlace), distintas perspectivas, protagonistas contradictorios, etc.

De acuerdo con el epígrafe de este tema, mencionaremos a cuatro de los más destacados escritores (Marcel Proust, Franz Kafka, James Joyce y Thomas Mann), aunque hubo muchos más que se podrían incluir en esta renovación.

En los primeros años del siglo XX aparece una confrontación entre la vanguardia y una evolución de lo precedente. El germen vanguardista lo hallamos en 1894, con el estreno de Ubú rey de Alfred Jarry, precursora también del llamado teatro del absurdo. No obstante, no hubo una ruptura absoluta con toda la literatura anterior o una transición suave a la modernidad, sino bastantes matices. Thomas Mann, por ejemplo, estaba aún muy ligado a la novelística anterior, por lo que fue llamado “el último novelista del siglo XIX” y también “el primero del XX”. Franz Kafka sí escribe una obra “antirrealista”, diferente a la novela y el relato de buena parte del XIX. James Joyce se caracteriza por la “destrucción” del lenguaje narrativo convencional, con técnicas como el monólogo interior que apenas estaban esbozados en alguna novela realista.

Novela inglesa en el siglo XX

El realismo algo descriptivo que había dominado la narrativa victoriana en Inglaterra es sustituido en el periodo de entre siglos por una tendencia a profundizar en la psicología y moral de los personajes y a acentuar la crítica social.

No faltan los continuadores del estilo realista tradicional, como John Galsworthy (1867-1933), con la serie novelística La saga de los Forsyte. Pero George Meredith (1828-1909) se concentra ya en el análisis de la psicología amorosa individual en sus novelas.

Más interesante es Thomas Hardy (1840-1928), que también fue poeta. En sus novelas (Tess, la de los Ubervilles, 1891, o Judas el oscuro, 1895), de tono radicalmente pesimista, las desgracias sentimentales y sociales se abaten sobre los protagonistas.

Henry James (1843-1916) fue un rico americano que vivió muchos años en Europa. Sus largas novelas, como Retrato de una dama (1881) o Las alas de la paloma (1902), se centran en las clases altas y profundizan en las diferencias entre la mentalidad americana y la europea, analizando la conciencia de los personajes.

También destaca por sus novelas cortas, como Otra vuelta de tuerca (1898), estremecedora historia de fantasmas, o La lección del maestro, sobre su otro tema preferido: la creación artística.

Otros escritores norteamericanos son Edith Wharton (1862-1937), discípula de James en Ethan Frome (1905) y La edad de la inocencia (1920), y Theodore Dreiser (1871-1935), que ambienta sus trágicas novelas (Una tragedia americana, 1926) en el mundo de los negocios.

Características de la literatura por décadas

De 1900 a 1910

El siglo se inicia en un ambiente que mezcla el optimismo por los avances tecnológicos y la nostalgia de un pasado idealizado, encarnado en el espíritu del fin de siècle de la literatura del siglo XIX.
 
Se inicia la edad de plata de la literatura rusa que rompe también con la representación realista, especialmente en la poesía, a diferencia de la mayoría de las tradiciones europeas.
 
Las influencias de los autores hispanoamericanos, que ya se habían puesto de manifiesto en el modernismo, marcan la renovación de una literatura fuertemente anclada en la tradición y en la revisión del pasado (con la excepción de figuras como Juan Ramón Jiménez que progresa en movimientos posteriores con su poesía sensualista). Igualmente estaban en una etapa anterior los autores japoneses de influencia occidental, que continuaron cultivando el naturalismo junto con la lírica tradicional.

De 1910 a 1920

La segunda década está marcada por la Primera Guerra Mundial, que para muchos estudiosos marca la primera auténtica rotura literaria del siglo.
Así, en 1910 a 1914 la guerra hace que todos los escritos hablen de la condición humana, la muerte, el destino europeo y la decadencia de la ética.

El fin de las certezas se tradujo artísticamente en el vanguardismo, una serie de movimientos cuyo denominador común era la experimentación verbal y el uso de elementos de diferentes artes.

Se inicia el modernismo anglosajón, que no tiene que ver con el modernismo`stricto sensu sino con una renovación de la narrativa que pasa la preponderancia a los Estados Unidos, menos afectados por la guerra.

De 1920 a 1930

Los felices años veinte es el nombre que recibe esta década, marcada por el deseo de olvidar los horrores de la guerra.En este contexto surge con fuerza el surrealismo, recogiendo los hallazgos del psicoanálisis como punto de partida para explorar el mundo de los sueños y de las asociaciones de imágenes.
 
En castellano, la Generación del 27 combinó las influencias surrealistas y vanguardistas con la tradición lírica (reciben su nombre de Góngora), con los versos de Pedro Salinas, Gerardo Diego, Jorge Guillén o Vicente Aleixandre. Jorge Luis Borges inicia la publicación de sus obras repletas de referencias intelectuales que hacen de puente entre Europa y América Latina, donde escribe Pablo Neruda.
 
Un grupo de excombatientes y autores se resistían a adoptar el optimismo sensualista o burlesco generalizado. Se trata de la generación perdida estadounidense, con figuras como William Faulkner, Ernest Miller Hemingway o Ezra Pound.

De 1930 a 1940

En los años 30 vuelve la literatura más reflexiva, que analiza el contexto histórico y preludia el existencialismo, como por ejemplo la obra de André Malraux o Louis-Ferdinand Céline.
 
El realismo socialista se impone a la literatura rusa y la de los países de la órbita soviética, un movimiento que combina el adoctrinamiento político con un realismo costumbrista, donde el proletariado es el principal protagonista.
 
La literatura inglesa continúa explorando el modernismo con nombres que inician su carrera, como Graham Greene o Dylan Thomas que conviven con los grandes autores del período anterior. En los Estados Unidos, la Gran depresión marca el tema de la mayoría de las novelas, con autores como John Steinbeck o Henry Miller. Dentro de la novela de género cabe destacar la figura de Agatha Christie; su obra Diez negritos puede considerarse el primer superventas del siglo.
 
De 1940 a 1950

Surge el existencialismo, con las obras de Jean-Paul Sartre, ante la angustia de un error repetido, la falta de sentido de la vida y la libertad combativa que se opone a ella.Sobre temas similares se reflexiona en El Principito o los libros de Albert Camus. Simone de Beauvoir añade la cuestión del feminismo y el papel de la mujer. Igualmente Tennessee Williams traca el tema del género en su teatro.

De 1950 a 1960

En Italia surge el neorrealismo, tanto en cinema como en literatura (la mutua influencia entre las dos artes va creciendo a lo largo del siglo), con obras como las de Cesare Pavese.
 
La literatura fantástica crea sus obras de referencia como las sagas de Las crónicas de Narnia o El Señor de los Anillos (una de las más vendidas de la historia).
 
En Rusia aparecen obras como Lolita o Doctor Zhivago, y en Albania escribe Sterjo Spasse, un claro exponente del intelectual afín al partido.

De 1960 a 1970

Aparece en los países latinoamericanos la tendencia del realismo mágico, heredera de la mezcla entre fantasía y realidad de los años precedentes. Este boom editorial da paso a nombres como Gabriel García Márquez. La naturaleza, el paisaje, la herencia mestiza, las leyendas y mitos conviven con las aportaciones del canon occidental e influirían en toda la producción hispanoamericana posterior.
 
La literatura en francés combina las obras de los nacidos en Francia con las de aquellos que adoptan su lengua por motivos políticos y las de los autores de las antiguas colonias.


De 1970 a 1980

Los años 1970 marcan la convivencia de diversas tendencias simultáneas, en una mezcla que será una constante hasta finales del siglo.

Dentro de la novela de terror, comienza a publicar Stephen King, probablemente la figura más importante del género. Igualmente se inicia en este período la saga de vampiros de Anne Rice, que actualiza la figura y es la precursora de la moda contemporánea en torno a estos personajes.

Franco muere en 1975 y se inicia una transición democrática en España que permite recuperar los modelos europeos y se da un resurgimiento de las literaturas en lengua catalana y gallega.

De 1980 a 1990

La década de los 1980 está marcada por el auge de la novela histórica, como demuestra el éxito de Umberto Eco o Ken Follett, la literatura de fantasía, y el relato de vidas de antihéroes.
 
En España se vuelve a una lírica gobernada por las leyes de la métrica, con autores que alternan el cultivo de la poesía y de la prosa, como Felipe Benítez Reyes, Luis García Montero o Andrés Trapiello.
 
En Sudamérica continúan las publicaciones de los autores del realismo mágico, pero con nombres nuevos como el de Isabel Allende. Al mismo tiempo surge una literatura de protesta, fuertemente politizada, que reclama la plena democratización del subcontinente.

De 1990 a 2000

No hay todavía suficiente distancia como para tener una imagen clara de lo que significó la última década del siglo XX en literatura pero sí hay tendencias que se pueden destacar, como el nacimiento de la relación con Internet.
 
Japón está marcado por el auge del anime, el manga y su exportación a Europa, lo que contribuye a revalorizar el cómic como género literario.
 
La literatura infantil ve las sagas de Robert Lawrence Stine o de Harry Potter, una de las más vendidas de la historia y que supone la iniciación literaria de una generación.

Práctica

Después de leer atentamente el texto, realizar un mapa conceptual en el que incluya todas las épocas literarias del siglo XX, con sus escritores y obras representativos.


Evaluación 

Enviar el mapa conceptual por la plataforma classroom o por el correo marlenyl.lcastellana@lola.edu.co